Costur

Los orígenes de Costur parecen ser remotos. Todo apunta que hay restos eneolíticos en el Collado del Cabeço, pero los testigos arqueológicos más antiguos que conocemos pertenecen a la época de la dominación romana y árabe y son un par de lápidas funerarias romanas y unas monedas árabes correspondientes al reinado de Omadedaulat, rey de Zaragoza entre el 1109 y el 1129 de la nuestra era, descritas por primera vez por el botánico A. J. Cavanilles a las Observaciones el año 1795.

No olvidemos que Costur y el Mas d’Avall están situados sobre un antiguo camino romano que en opinión de Francesc Esteve iba desde Onda hasta Cantavella (Onda, Santa –al término de L’Alcora- Costur, Les Useres, Atzeneta, Plan de Meanes, Culla, Benasal, Vilafranca, el Anglesola y Cantavella –la Cartago Vetus romana) y que podría ser el conocido como Camino de los Alejados. Estas noticias avalan la tesis del Dr. Coromines sobre la etimología de la palabra Costur. La historia y la arqueología, (Valcárcel 1852: 31, menciona la existencia de “ruinas de antigüedades romanas” situadas “en unos campos immediatos á la poblacion”) avalan su hipótesis según la que Costur debía estar situado “encima del emplazamiento de un importante castrum romano”, es decir, encima de una CUSTODIA (< custos -odis) un lugar de guardia, de vigilancia, palabra que evolucionó al latín vulgar CUSTORIA (< custor -oris) y posteriormente pasó “por una forma mozárabe kostoira adaptada al sistema fonético del árabe” que reduje el diptongo verdad en u, kustúrä. Los repobladores cristianos la oïren kostúre y posteriormente perdió la vocal final según las tendencias fonéticas de nuestra lengua.

Con la conquista jaumina (1233) el Alcalatén fue cedido en régimen de señorío a Ximen de Urrea y Costur que pertenecía en el Pueblo del Alcalatén pasó también a formar parte de la Tenencia del Alcalatén. El 1418 quedó integrado en L’Alcora al ser el término del Alcalatén dividido entre L’Alcora y Lucena del Cid y con L’Alcora permaneció bajo el dominio de los condes de Aranda hasta el 1798 y de los duques de Híjar hasta el 1818. A lo largo del s. XVIII Costur y el Mas d’Avall conocieran un fuerte crecimiento demográfico y económico que multiplicó la población y posibilitó la construcción de la ermita de San Pedro Mártir, que pasó a ser parroquia el 1785, y a conseguir, después de varios intentos frustrados, la independencia municipal el 2 de marzo de 1841, aunque el término no se delimitó hasta el 1889.

El s. XX empezó con la construcción de la Ermita del Santísimo Cristo y el Calvario (1910). Posteriormente pasaron por Costur la carretera (1922), la Guerra del 36, la luz eléctrica (1954), la televisión y el crecimiento económico (a partir de los 60) provocado por la pujante industria azulejera alcorina, la cual, junto a la llegada de los Ayuntamientos democráticos, ha transformado nuestro pueblo como no lo hubieran pensado nunca nuestros antepasados. La población de Costur creció continuamente desde principios del s. XVIII. Según A. J. Cavanilles había a principios del setecientos unos 30 vecinos (135 hab) y a finales (1794) ya había 100 (450 hab). El ascenso continuó a lo largo del s. XIX a pesar de las epidemias del cólera (1855, 65 y 85) y el 31 de diciembre de 1900 había censados 755 habitantes en el casco urbano, 214 a el Mas d’Avall y 27 diseminados por las escasas masías del término. Sin embargo, el hito máximo se consiguió el 1911 con 1128 almas. A partir de la Guerra del 36 el descenso ha sido progresivo pero sostenido hasta llegar a los 468 habitantes censados en 2001, de los cuales 27 viven en el Mas d’Avall.

El Mas d’Avall es uno de los tres núcleos de población de Costur. Está situado a un kilómetro de distancia aproximadamente, y 27 de los 576 habitantes de Costur viven allí. Desde el pueblo, se puede llegar tanto por la CV-16 en dirección a Les Useres, como por el camino de la Fontanella. La fuente del Mas d’Avall, los lavadores y la Capilla de “Sant Pere” son algunos de los lugares a destacar.