Iglesia Ermita de San Miquel de La Foia de l’Alcalatén
Iglesia renacentista fundada en 1629. Su nave es de planta rectangular con altar mayor y dos laterales, se eleva una cúpula central rematada por una cruz sobre una esfera. Tiene, una única entrada con puerta sobre escalinata y con arco de medio punto, su espadaña es moderna con dos campanas. Se venera a San Miguel y se conserva en ella la Vera Cruz con su magnífico relicario de estilo barroco. En la capilla de la Virgen del Rosario, cúpula sobre pechinas y tambor octogonal con óculos, cubierta con tejas de cerámica azul y blanco, se encuentra la pila bautismal de gran riqueza por sus pavimentos de la Real fábrica del Conde de Aranda con alegorías al «Hortus Conclusus». Lienzos s.XVIII de la escuela valenciana y tallas s. XVII.
La aldea de La Foia se encuentra a 366 m de altitud y a 4 km al norte de l’Alcora, siguiendo la carretera CV-190 en dirección a Figueroles, poco antes de su confluencia con la CV-165 que lleva a Costur. Situada en el valle que forma el barranco de su nombre, al pie del Tossal de la Ferrisa, su población es de unos 150 habitantes.
La denominada Ermita de San Miguel, que actualmente tiene categoría de parroquia, se encuentra frente a una plaza en la parte norte del núcleo urbano.
Iglesia de San Francisco
Fundada en 1632 por los padres franciscanos alcantarinos al mismo tiempo que el convento ya desaparecido. En las capillas del Evangelio y epístola, adornos yeserías y pinturas rocalla (1748 y 1734) respectivamente. Arco presbiteral con pinturas representando atributos seráficos soportados por dos ángeles. Pila de agua bendita(s. XVIII). En 1977 es cerrada al culto público. Tras los trabajos de restauración, fué reabierta en Octubre de 1995. Visita de interés.
40.07374, -0.21190
Iglesia de la Sangre
Data de 1621, de pequeñas dimensiones, de una sola nave central con bóveda de cañon en la que destacan los frescos alusivos la Pasión de Cristo, con los elementos más representativos (la corona de espinas, los dados de hechar a suerte las ropas , las escaleras para el descendimiento) atribuidos a los maestros pintores de la Real Fábrica del Conde de Aranda.
Parroquia de San Joaquin y Santa Ana de Araia
Dedicada a San Joaquín y Santa Ana es una parroquial muy sencilla de escaso valor artístico. Edificada en 1.873 en mampostería y ábside semicircular. Decoración interior en ábside de pilastras con capiteles compuestos, sosteniendo arquitrabe sencillo. La parroquia aparte del núcleo principal la Ermita, delimita un grupo de masías como son el Mas del Rogle, Mas de Torner, Mas de Bachero…
40.065914, -0.274725
Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción
Realizada en varias etapas constructivas con dos fachadas, una a los pies renovada en 1991 y la antigua fachada renacentista en calle Iglesia, hoy venerable Bertrán, al lado de la epístola con portada en forma de retablo conteniendo tres hornacinas de concha, con la virgen titular, S. Pedro y S. Juan (hoy inexistentes). La torre campanario reconstruida tras la guerra civil. Bóveda de crucería estrellada y nervios de piedra. En las claves del ábside y bóveda, llorones barrocos policromados y dorados y lienzos esgrafiados en azul. Cuatro etapas constructivas: gótico (s.XV), renacentista (s.XVI), Capilla Sagrario.
Coordenadas 40.07670, -0.21179
Monumento Ermita de San Cristóbal
La ermita de San Cristóbal se encuentra en la montaña de su mismo nombre, dominando desde lo alto, el casco urbano de l’Alcora. La construcción esta fechada en el siglo XVII ,siendo reformada durante el siglo XIX. Consta de una nave rectangular dividida en cinco tramos , coro alto a los pies, óculo de iuminación en la fachada y torre cuadrada. La fachada presenta portada rematada con un frontón decorativo. Aprovechando la excepcional ubicación orogáfica y el valor estrategico de su emplazamiento, los alrededores de la ermita fueron testimonio de destacados episodios bélicos durante el siglo XIX, quedando ahún interesantes restos de las fortificaciones erigidas en 1876 durante la Tercera Guerra Carlista, como ahora diversos lienzos con espilleras y una puerta de acceso al recinto militar. El entorno de San Cristobal es hoy un amplio espacio natural con frondosos pinares y parque infantil, muy visitada por la población local y centro de diversos actos singulares, como ahora la romería de Rotllo (lunes de Pascua), el día de la Dobla (martes siguiente), el dia de San Cristobal (patron de los conductores) y la fiesta de Santa Lucía.
40°04′46″N 0°13′03″O
Ermita San Vicente
Situada en el precioso paraje alcorino de su mismo nombre. Comenzaron las obras en Octubre de 1598, con licencia del obispo Gaspar Punter (natural de Morella). Se inauguró el 25 de marzo de 1609. Más de diez años se emplearon en su construcción.
Datos estructurales.- Planta rectangular de una nave que mide 25,5 metros de larga, por 6 de ancha, y crucero de 7 metros. La altura es de 8 metros. Cubierta por bóveda de cañón y cúpula barroca, adornada con molduras y pequeñas cabezas de serafines, tambor y linterna. Un solo altar y coro alto a los pies. Espadaña de una campana. En el presbiterio azulejos “del mocadoret”. Decoración yeserías dieciochescas, esgrafiados y amorcillos escayola, pinturas tipo académico valenciano. Curiosa sacristía apechinada.
Sobre el altar mayor pintura mural que abarca todo el cascarón del presbiterio. El centro lo ocupa la Santísima Trinidad; a su izquierda la Virgen María y a su derecha San Vicente. En los ángulos sobre los que descansa la cúpula están los atributos del Santo valenciano: El libro, la llama, la mitra que rechazó y la trompeta del Juicio Final.
Por el lado de la epístola está adosada una espaciosa hospedería (casa-posada). A los muchos que iban a visitar la Ermita y tenían que pernoctar, caso de los que cumplían importantes promesas, se les ofrecía por espacio de hasta nueve días: sal, vinagre y cama. A los pobres se les daba todo lo necesario para su sustento y vituallas.
El 13 de Abril de 1.689, se erigió un segundo Altar dedicado a Santa Bárbara, Virgen y Mártir. Fue destruido en la pasada incivil de 1936.
Tradición alcorina.- Junto con el paraje que la rodea, la ermita es destino de la tradicional Romería, que l´Alcora realiza todos los años el segundo lunes de Pascua. Colla de Gegants, Imagen del Santo, Autoridades, Reina, Damas, y Banda de Música seguida de los Romeros, conforman la celebre comitiva. Una vez allí en la ermitorio, se celebra la Eucaristía en lengua vernácula, posteriormente, se reponen fuerzas con el popular almuerzo campero. La Feria, la mocadorà, y la Banda de Música, son los auténticos protagonistas, amenizando las festivas mañanas vicentinas.
40.08547, -0.22023
Ermita del Calvario
En alto y final del Calvario. Construida en 1.774 sobre otra más pequeña de finales del XVII. Foco espiritual alcorino y centro de veneración de una milagrosa imagen en talla del s. XVII, atribuida por M. Benlliure a la escuela sevillana de Montañés (Imagen Vero destruida en 1.936, la actual data de 1.940). Decoración interior con rocallas s. XVIII y capiteles estilo compuesto. Se restauró en 1975. En la remodelación se formó una girola tras el antiguo camarín. Lienzos de José Cotanda (1974) y de Vicente Cotanda (1980). Pinturas de Ferrer en el ábside y pechinas con «Los Evangelistas». Al exterior puede verse la estructura del crucero, ábside y cúpula central (octogonal, con ventanas y sin linterna) y tejería vidriada en azul. Fachada mixtilínea con mural de azulejos representando la crucifixión, obra de J. Cotanda y V. Gallén (1974).
Situado cronológicamente en el s. XVI o XVII, siendo anterior al Ermitorio, construido en 1698. La ermita se reformó en 1774, ampliando y cerrando el recinto, agregándose las estaciones de los Dolores. En 1811 fue saqueado por los franceses y en 1936 sufrió graves desperfectos, desapareciendo las valiosas «Creus», en cerámica del Conde de Aranda, salvo cuatro, obras del pintor Ferrer de una sola pieza de notables dimensiones. En 1975 se remodeló el conjunto. Contiene quince estaciones, reproducción de modelos antiguos y siete capillitas con los Dolores de la Virgen y siete con los Dolores y Gozos del patriarca S. José, todo ello obra de José Cotanda Aguilella.
40.07831, -21699
Ermita El Salvador
Iglesia parroquial del Señorío de Alcalatén (s. XIII), construida en mamposteria y piedras angulares, tiene la fachada en el lado de la epístola, con portada románica y un pórtico adosado con arcos nivales. Cubierta con bóveda de cañón.
Fue reconstruida en 1969, presidiendo los actos de reapertura la heredera del Señorío, Excma. Sra. Dña. Cayetana Fritz Stuart y Silva, Duquesa de Alba.
A los pies una reja del s. XVII originaria de la Ermita de Loreto, derruida hacia 1955. Se trata de una Ermita santuario fortificada o «templo de reconquista» (románico-tardío).
Capilla de Marco
Al final de la calle Mayor, en un pequeño ensanche, junto a la casa de Marco, se encontraba una herrería que fue vendida el 27 de abril de 1739 a D. Vicente Marco Llorís de la Torreta, canónigo de Valencia que mandó construir una capilla dedicada a la Virgen de los Dolores, por su gran devoción a Esta y como promesa realizada en su adolescencia el padecer en 1710 una gravísima caída de caballo de la que salió indemne.
Comenzaron las obras en 1740 finalizando tres años después. Fachada lado evangelio con portada tipo retablo coronado con el escudo de la Familia Cinzúnegui Marco (s.XVII). Puerta enmarcada con pilastras con capiteles dóricos sosteniendo arquitrabe clásico, rematada con frontón semicircular roto con óculo tapiado. Zócalos de gran valor de azulejería de la real fábrica del Conde de Aranda del s. XVIII. Puertas del s. XVIII.
Actualmente pertenece a la residencia de ancianos Madre Rosa Molas, regentada por las Hermanas Carmelitas de San José, que han cambiado el culto de la Virgen de los Dolores por el de la actual titular Nuestra Señora del Carmen.
40.07691, -0.21068
Poblado de Montmirà
En agosto 1990 un pequeño equipo de estudiantes y licenciados en Arqueología, bajo la dirección del abajo firmante, llevamos a cabo la primera campaña de excavación arqueológica en el término municipal de l’Alcora, concretamente en el poblado ibérico de Montmirá. De aquella primera intervención, continuada en los sucesivos años, se cumplió en el año 2000 el décimo aniversario; una década que ha permitido comenzar a conocer la evolución cronológica, urbanística y material de uno de los principales asentamientos de la Cultura Ibérica en la provincia de Castellón. El yacimiento de Montmirá se encuentra situado en una zona de transición entre los dos elementos definitorios de la orografía provincial: la plana litoral y el interior montañoso. Ocupa uno de las últimas estribaciones del macizo del Penyagolosa, que con una altitud máxima de 1814 m. es el segundo punto más elevado del País Valenciano, tras el fronterizo Cerro Calderón, en el Rincón de Ademuz. Este imponente macizo es drenado principalmente por tres corrientes de agua tributarias del rio Mijares: el rio Monlleó por el norte, el rio Villahermosa por el sur y el oeste, y el río Llucena (más abajo denominado río de l’Alcora) por el este. Precisamente en un montículo del margen izquierdo de este último, aguas abajo del pantano de l’Alcora, se encuentra el yacimiento de Montmirá, con una cota máxima de 352 m. sobre el nivel del mar, del cual dista en la actualidad 23 km en línea recta. Orográficamente esta montaña presenta unas excelentes condiciones para su ocupación humana a lo largo de la historia. Se trata de un cerro de cima amesetada, en forma de quilla de barco invertida, completamente rodeado por escarpadas laderas, y junto a un curso de agua de relativa importancia en la antigüedad, como demuestran los numerosos yacimientos localizados en sus orillas. El yacimiento ocupa toda la superficie de la cima del montículo, con unas dimensiones axiales máximas de 250 y 40 m aproximadamente. La existencia de restos arqueológicos en Montmirá es conocida desde poco después de la Guerra de 1936-39. Pero no será hasta 1990 cuando se inicia el proyecto arqueológico actualmente en marcha, con los objetivos de conocer el estado real de conservación del yacimiento y aportar datos para el conocimiento de la Cultura Ibérica en las comarcas de Castellón. Transcurrida la primera década desde el inicio de la intervención podemos concluir que los resultados obtenidos han respondido sobradamente a las expectativas iniciales. Los más de 210 m2 excavados han permitido documentar parte del sistema defensivo del asentamiento (la muralla) y diversos recintos pertenecientes a la trama urbanística del poblado (habitaciones y viviendas).
Se ha podido detectar igualmente la existencia de actividad textil y metalúrgica y se ha recuperado abundante material arqueológico de cuyo estudio se puede concluir que Montmirá estuvo ocupado entre los siglos VII y II antes de Cristo. Pero sin duda los dos elementos más sugestivos de cuantos se han recuperado en estos años son dos ofrendas rituales situadas por debajo de los suelos de los recintos en que fueron localizados. El primero de ellos es un enterramiento infantil hallado en 1990 junto a la muralla, perteneciente a un neonato de entre 2 y 4 semanas de vida, que interpretamos como un sacrificio fundacional relacionado con el inicio de la ocupación del poblado o con una ampliación o reforma en el mismo, tal como se documenta en otros yacimientos similares. La segunda ofrenda fue localizada en 1998 y consiste en una gran vasija cerámica globular, colocada en el fondo de una habitación, bajo el suelo, de cuyo interior se recuperó un gran fragmento de hierro de forma imprecisable y un hueso de ovicáprido ligeramente manipulado. Los paralelos de este tipo de depósitos en la Cultura Ibérica nos remiten a una ofrenda que bien pudiera estar relacionada con la construcción de este recinto, o bien con un cambio de función del mismo. Los primeros diez años de historia de la investigación en Montmirá han contado con la aportación económica de la Dirección General de Patrimonio Artístico de la Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, que autoriza, supervisa y subvenciona este tipo de investigaciones, la aportación material del Ayuntamiento de 1’Alcora, que coopera mediante la cesión de los equipos topográfico y fotográfico necesarios, y la aportación humana de un nutrido grupo de aficionados y voluntarios locales, que junto a algunos estudiantes y licenciados en Arqueología por distintas universidades (Jaume I de Castelló, Valencia, Autónoma y Complutense de Madrid, Autónoma de Barcelona) han colaborado en los trabajos de campo y laboratorio. Al proyecto de investigación de Montmirá cabe añadir las excavaciones de urgencia llevadas a cabo en 1994 en los yacimientos de la Ferrissa y el Testar del Carapito, y el proyecto de rehabilitación del castillo de l’Alcalatén, iniciado en 1999, con los que se completa el resumen de la actividad arqueológica en el término de l’Alcora durante la pasada década.
Eladi Grangel Nebot Director de las excavaciones de Montmirá
Portales medievales
Los portales medievales están situados entre la Plaza la Sangre y calle del Carmen.
El origen medieval de l’Alcora es visible en algunos rincones de su casco urbano, especialmente en los dos portales del primitivo recinto amurallado del siglo XIV que se conservan en la actualidad.
El Portal de Marco (antiguo Portal de la Sangre) se abre a la plaza de la Sangre, y fue el acceso al primer barrio extramuros de l’Alcora, entre las calles Teixidors, Agua y San Vicente. Sobre el mismo se encuentra el Oratorio de los Dolores o Capilla de Marco.
El Portal de Verdera se denominó siglos atrás Portalico, por su reducida anchura respecto al resto de portales. Daba acceso directo a la huerta situada a los pies de las murallas de l’Alcora. Al menos desde el siglo XVIII se construyó sobre este portal, que hoy se encuentra en medio de un largo pasaje escalonado.
Antiguo Ayuntamiento / Salón Gótico de la Casa de la Música
La Casa de la Vila o del Consell ha sido sede del Ayuntamiento de l’Alcora probablemente desde su construcción, hacia el siglo XIV, hasta 1982, año en que las dependencias municipales se trasladan a un nuevo edificio. Permanecerá abandonado y en grave peligro de derrumbe hasta principios de la década de 1990, cuando el Ayuntamiento y la Consellería de Cultura deciden rehabilitar el inmueble y transformarlo en Casa de la Música. De su origen medieval el edificio conserva, en la planta sótano, tres amplios arcos apuntados de sillería, restos de un muro de tapial y una puerta con arco de medio punto. Este último formó parte, en origen, del camino de ronda que recorrería la parte posterior de las viviendas de la calle Venerable Bertrán, y del que hoy queda como muestra la denominada Reixa de la Vila. Posteriormente, hacia el siglo XVI, a la planta sótano se añadió un arco diafragmático, apoyado sobre dos pilastras rematadas en cornisa.
Se cree que en origen esta planta sótano de la Casa de la Vila fue usada como Lonja, si bien no existe documentación que así lo acredite. En todo caso, el hecho de que en la vecina plaza de la Iglesia se celebrara, desde 1306 mercado semanal los miércoles, por privilegio de Jaime II, podría reforzar esta hipótesis. Sobre los sólidos arcos góticos apuntados del sótano se erigieron el resto de dependencias municipales, con fachada principal a la calle Venerable Bertrán, antigua calle de la Iglesia. Poco sabemos de su estructura original, porque a lo largo del tiempo ha sido objeto de numerosas remodelaciones. El edificio que fue sede del gobierno municipal en su última fase era fruto de alguna reforma llevada a cabo hacia finales del siglo XIX o principios del siglo XX, sin que hubiera restos de elementos arquitectónicos anteriores. En la planta principal se encontraba la espaciosa Sala de Juntas y diversos despachos. Por una escalera de mármol y pasamanos de hierro colado se accedía, en la planta superior, a las oficinas municipales. En el sótano, los arcos apuntados fueron parcialmente tabicados para instalar los calabozos.
Con la restauración y la puesta en servicio de la nueva Casa de la Música en 1995, los arcos góticos han sido descubiertos en su totalidad y ahora bajo ellos se ha dispuesto el patio de butacas de la sala de audiciones; el arco renacentista diafragmático, desmontado de su ubicación original, sirve de marco al escenario, y la puerta adovelada con arco de medio punto da acceso a los camerinos. Por último, en la fachada principal se han conservado también la balconada corrida de la primera planta y el antiguo escudo de l’Alcora, en piedra, sobre la puerta principal.
40.07658, -0.21186
Termas Romanas de Santa
Como consecuencia de las obras de construcción del nuevo vial entre l’Alcora y Sant Joan de Moró, y en cumplimiento de las directrices que marca la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano, entre 2003 y 2004 se llevaron a cabo una serie de labores arqueológicas (estudios previos, prospecciones, sondeos, excavaciones en área…) cuyo resultado más destacado fue la localización de un complejo termal de época romana en la partida de Santa. A la vista del desarrollo de la excavación y de la importancia de los restos inmuebles hallados, las partes implicadas (Ayuntamiento de l’Alcora como propietario de los terrenos; Diputación Provincial en calidad de promotora de la obra; y Consellería de Cultura como organismo titular de las competencias en materia de patrimonio histórico y arqueológico) decidieron modificar puntualmente el trazado de la nueva carretera para salvaguardar y poner en valor las estructuras aparecidas.
Las gestiones en este sentido han sido razonablemente rápidas y, así, tras la inauguración del vial en mayo de 2006, ese mismo año la Consellería de Cultura y el Ayuntamiento de l’Alcora llegaron a un acuerdo para la cofinanciación de las obras de consolidación y restauración de las Termas Romanas de Santa, tarea que se ha llevado a cabo en 2 fases (2007 y 2009).
40.06923, -0.18076
Torre del Repés
La torre del Repés está ubicada en la Plaza del Patio.
Como vestigio más destacado de las murallas de l’Alcora (además de los portales de Verdera y Marco), la conocida como Torre del Repés se alza poderosa y robusta en pleno casco urbano de l’Alcora. En su origen, defendía la entrada principal a la población. Mimetizada entre los edificios que se han ido anexando, en su fachada se aprecian los óculos de iluminación, cantonera de sillería y remate de almenas y merlones.
Su actual nombre proviene del uso que tuvo durante la época medieval: controlar el peso de las mercancías que entraban o salían del recinto fortificado.
Cabe destacar que la Torre del Repés fue cárcel desde finales del siglo XIX a mediados del siglo XX. De esta época conserva numerosos graffitis con dibujos y mensajes escritos. Pendiente de una restauración que le devuelva su aspecto original.
Castillo de l’Alcalatén
Fortaleza medieval, situada sobre caliza rocosa a 370 m. de altitud. s. X-XIII, planta triangular dispersa, 150 m. cuadrados recinto principal y rodeado por un camino de ronda, con aljibe y despoblado. Entrada por mediodía, con dos torres circulares y cubos, poseyendo muralla almenada tipo «barbacana». Jaime I otorgó el castillo y el título de barón al caballero aragonés Ximén d’Urrea, en 1233, tras la conquista de la plaza de Borriana. En la actualidad se ha redactado un plan de protección especial para la zona contemplando íntegramente aspectos patrimoniales y de medio ambiente, iniciándose su rehabilitación por parte de la Consellería de Cultura.
40.09345, -0.19732
Araia
Araia se encuentra ubicada a 7 km de l’Alcora, por las carreteras CV-191 y 192.
Es un conjunto diseminado de masías situadas al Oeste del término municipal de l’Alcora, en un precioso entorno natural. El núcleo principal es la Ermita, y en él se encuentra el templo dedicado a San Joaquín y Santa Ana, construida en 1873.
Por su singular ubicación, en Araia confluyen numerosas rutas naturales que discurren por el término de l’Alcora, otras poblaciones de l’Alcalatén e incluso por las comarcas vecinas de la Plana Alta y el Alto Mijares, y que conectan con lugares como Torremundo (el techo del término municipal de l’Alcora), la Cova de l’Ocre, el Salto del Caballo o el Mas de Marco.
Los sedimentos arcillosos de la cuenca del barranco de Araia son ricos en yacimientos paleontológicos, destacando el reciente hallazgo de fósiles de marsupiales de 16 millones de años de antigüedad.
La Foia
La Foia está ubicada a 5 km de l’Alcora en dirección Lucena del Cid.
Pequeño núcleo situado en la bifurcación de las carreteras de Lucena del Cid y Costur, y por tanto puerta de entrada a los espectaculares paisajes del macizo del Peñagolosa. En sus proximidades se encuentran el pantano de l’Alcora y el Molí del Conde, y también importantes yacimientos arqueológicos como Montmirà, el Tossal de la Ferrissa o el castillo y despoblado de l’Alcalatén.
La ermita de San Miguel conserva un interesante pavimento cerámico con la representación del Hortus Conclussus, del siglo XVIII, procedente de la Real Fábrica de Loza y Porcelana del Conde de Aranda.
Real Fábrica de Loza y Porcelana del Conde de Aranda
La fundación en 1727 de la Real Fàbrica de Loza y Porcelana del Conde de Aranda es uno de los hitos más destacados de la historia de la cerámica española. A lo lardo del siglo XVIII elaboró infinidad de piezas decoradas con distintos estilos, presentes hoy en colecciones privadas y museos prestigiosos.
La Real Fábrica siguió en funcionamiento hasto poco antes de la Guerra de 1936-1939 y después sus instalaciones fueron aprovechadas por algunas fábricas de azulejos hasta finales de la década de 1980.
En www.museulalcora.es y en el Museo de Cerámica de l’Alcora encontrareis las colecciones de cerámica producida en la Real Fábrica.
En 2019 la Real Fábrica fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y en estos momentos se encuentra en proceso de rehabilitación.
40.07341, -0.21206
Museo de Cerámica de l’Alcora
Con 800 m2 de de exposición totalmente accesible, el Museo de Cerámica de l’Alcora es un excelente espacio donde descubrir la cerámica a través de sus colecciones y de sus actividades participativas.
Las salas acogen casi 1.000 piezas distribuidas en tres exposiciones permanentes: Cerámica de l’Alcora (de la Real Fábrica del Conde de Aranda hasta nuestros días), Alfarería Popular y Cerámica Contemporánea.
40.07747, -0.21146